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06/10/2022

El concurso ‘El coronel sí tiene quien le escriba’ ya tiene las cartas ganadoras

Dentro de la conmemoración del 40 aniversario del Premio Nobel de Literatura al escritor Gabriel García Márquez, Casa Amèrica Catalunya reveló la cartas ganadoras de la segunda edición del concurso 'El coronel sí tiene quien le escriba’. Convocado a finales de julio con muy buena recepción por parte de la ciudadanía, la iniciativa se sumaba a las diferentes acciones que forman parte del programa de la Feria Internacional del Libro Liber 2022, con Colombia como país invitado.

Marta Nin, directora de Casa Amèrica Catalunya, leyó la carta ganadora del primer premio, firmada por Liliana Moreno Camargo. Una carta llena de imágenes evocadoras, de humor y de una sutil narrativa que inserta una historia dentro de otra para explicarnos la grandeza de las almas donde impera la solidaridad y la humanidad. Verónica Bolaños envió la carta ganadora del segundo premio, , que nos hace recordar escenas memorables entre el coronel y su mujer, una misiva llena de detalles, de situaciones pequeñas y emociones grandes que nos hacen conectar con la lucha que todavía libran muchos ancianos. Las dos ganadoras subieron emocionadas al escenario a recoger los lotes de libros de Gabriel García Márquez, cortesía de Penguin Random House .


Un evento con las letras y la música colombianas como protagonistas

En el marco de la Feria Liber, la Biblioteca Gabriel García Márquez acogió el acto de celebración de los 40 años del Nobel de Literatura al escritor colombiano. La Embajada de Colombia en España en colaboración con la Cámara Colombiana del Libro, la Biblioteca Gabriel García Márquez, Casa Amèrica Catalunya, el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona y la editorial Penguin Random House, organizó un concierto – lectura para recordar y celebrar aquel histórico día para las letras de América Latina, con la participación de diferentes autoridades y personalidades del mundo editorial y de la cultura.

“Ver la sala tan llena es sintomático de lo importante, esperado y deseado que era homenajear a Gabo, a Gabriel García Márquez”. Así empezó su discurso la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien destacó el fuerte vínculo que el escritor colombiano mantuvo con la ciudad, en la que no solo vivió a finales de los 60 y principios de los 70, sino que en buena parte fue donde experimentó el salto a la fama mundial.

Volviendo la vista unos meses atrás, al 28 de mayo, Colau recordó la inauguración del equipamiento que acogía el evento, la Biblioteca Gabriel García Márquez, y del proyecto comunitario Radio Maconda. "Gabriel García Márquez luchó desde el periodismo y las letras para un mundo más libre y justo, así que qué mejor nombre para un equipamiento tan radicalmente popular y democrático como una biblioteca pública que el suyo.”

Al acto asistieron numerosas personalidades de la administración colombiana y del mundo editorial, como Victoria Pauwels, Ministra Plenipotenciaria de la Embajada de Colombia en España, Emiro Aristizábal, presidente de la Cámara Colombiana del Libro, y Antonio María Ávila, director Ejecutivo de la Federación de Gremios Editores de España, promotora de la Liber. Ávila confesó a título personal que “Colombia tiene la literatura más rica que se hace ahora mismo tanto en novela como en poesía”.


Leer para recordar

Como el mejor homenaje para recodar a un escritor es leerlo, se leyeron diversos pasajes de la obra de Gabriel García Márquez a cargo de diferentes autoridades. En concreto fueron: la alcaldesa Ada Colau (La casa de los Buendía, 1950); Santiago Tobón, editor de Sexto Piso (La hojarasca, 1959), Carolina Rey, vicepresidenta de ACLI y editora de Rey Naranjo (El coronel no tiene quien le escriba, 1961), Jordi Martí, teniente de alcaldía de Barcelona (Los funerales de Mamá Grande, 1962), Diana Rey, directora ejecutiva de Fundalecrura (La mala hora, 1962) y Antonio María Ávila, director ejecutivo de FGEE (Cien años de soledad, 1967).

La lectura de los fragmentos fueron alternados con piezas de música tradicional colombiana interpretadas por músicos del Conservatorio del Liceu. El maestro Rubén Darío Reina dirigió tres formaciones, una de cuerdas, otra de vientos y una ensemble, integradas por una mayoría de intérpretes latinoamericanos, que hicieron moverse rítmicamente en sus sillas al centenar de personas del público. Temas que aludían a Colombia y a la obra de Gabo, como “La danza negra”, “La piragua” y “Colombia tierra querida”, entre otras.

Para cerrar el acto, tras la entrega de los premios del concurso de Casa Amèrica Catalunya, Nuria Cabuti, directora ejecutiva de Penguin Random House para España, Portugal y América Latina, hizo una donación de tres grandes colecciones de libros del Nobel colombiano a la biblioteca que lleva su nombre y que recogió, emocionada, Neus Castellano, directora del equipamiento.




LEE LA CARTA GANADORA DEL PRIMER PREMIO LEER MÁS…
Macondo, 18 de septiembre de 2022

Estimado coronel,

¡No se le ocurra comerse mi carta! Ya sé que el papel de arroz y las fibras vegetales alimentan. Pero las palabras alimentan más. Léame con atención estimado coronel. Déjeme que lo alimente, aunque sea por un minuto, de esos que parecen eternos.

No me va a creer lo que le voy a contar: ¡Su gallito respingón fue el ganador de la contienda! Pero no me malinterprete, no quiero decir que derrotó a su enemigo, a espuela y pluma, eso usted ya lo sabe, sino que sobrevivió. Sobrevivir es ganar y en eso usted es especialista. ¿Alguien le contó lo que de verdad pasó aquel día? ¿quiere saberlo?

Ya sé que no es la carta que usted espera. Que la pensión viene a lomo de hicotea coja, que el hambre acecha. Pero sepa usted estimado coronel que su poder sobrenatural de la paciencia me hace admirarlo profundamente.

Una admiración que viene de antaño. ¿Le cuento lo del gallo? Han pasado los años desde que nos cruzamos usted y yo, lo recuerdo en el puerto, esperando su carta. Y yo esperando que usted no perdiera la esperanza. Ya sé que de la esperanza no se alimenta nadie, pero la esperanza hace que caminemos hacia adelante. Su esperanza me alimenta.

¿Recuerda el gran día de la contienda? Ese día usted no se levantó de la cama, le dijo a su mujer que tenía fiebre, pero lo que tenía era miedo. No mintió del todo. La fiebre y el miedo se parecen mucho. Los dos hacen que deliremos un poco. Su gallo estaba brillante, las espuelas afiladas, la mirada audaz, la cola emplumada, el peso perfecto. El contrincante no hubiera podido derrotarlo. Era más débil, de esos animales que no miran a los ojos. Pero su gallo de pelea había comido de su mano. Se había alimentado de usted. Su gallo no iba nunca a aprovecharse de alguien más débil. Y tuvo su paciencia, se dejó picotear, se defendió lo justo y dejó que el otro ganara. Su gallo nos dio a todos una lección de humanidad.

Siéntase orgulloso coronel. Su gallo no perdió. Su gallo ganó. Su gallo nos dio esperanza. Ganar a toda costa aprovechándose de la debilidad no es una victoria. Mirar con compasión y resistir es de valientes. Su gallo nos dio mucha luz coronel, esa que, aunque no da de comer, nos alimenta el alma.

Gracias coronel. Resista, no se rinda. El día menos pensado, otro gallo cantará.

Afectuosamente,
L









LEE LA CARTA GANADORA DEL SEGUNDO PREMIO LEER MÁS…

Apreciado, Coronel.

Le escribo estas líneas para transmitirle mi más sincero afecto y consideración. Soy consciente de todas las contrariedades por las que está pasando. Sé que muchas veces engaña a su mujer diciéndole que usted ya se ha tomado su tacita de café y le lleva a ella un tazón de café humeante, hecho con las últimas virutas adheridas a la lata metálica.

Coronel, no se incomode cuando los niños van a visitar al gallo, recuerde que, si el gallo está motivado ganará la pelea el 20 de enero. Ese gallo es la continuidad de su hijo Agustín, de sus ideas, y representa para ustedes la esperanza y dignidad...

Admiro su capacidad de resiliencia, entiendo su angustia del día a día, y la ansiedad que le produce cuando llega el viernes y que usted sin falta se va al puerto a ver llegar las lanchas, con la esperanza de que le entreguen por fin el sobre con bordes rojos y azules, del correo aéreo.

Discúlpeme, Coronel, pero también tengo que decirle que, conozco a unos cuantos ancianos que cobran una pensión, que comen tres veces al día, y esperan el día de su muerte como agua de mayo, sienten que ya no hay nada por lo que luchar, y mueren poco a poco por falta de motivación y soledad. No es su caso, dentro de todas las penurias usted guarda una fe férrea en el correo y el gallo, créame, de alguna manera eso también le alimenta el alma.

Usted merece una vejez digna, un reconocimiento por haber arriesgado el pellejo en la guerra. Sabemos que en este país todo va de mal en peor, y como dice su mujer: “Durante más de quince años no ha hecho otra cosa que esperar”.

Estoy convencida que cualquier viernes recibirá la confirmación de su pensión. Le ruego que continúe con ese espíritu inquebrantable y cuando por fin ya tenga su más que merecida gratificación, entonces, Coronel, llegará el momento de plantearse nuevas esperanzas…

Un abrazo fraternal,

Verónica Bolaños