Miguel Repiso, “Rep”, (Buenos Aires, 1961) es uno de los humoristas gráficos de mayor prestigio y recorrido de Argentina, gran cantera de profesionales del sector. Acompañado del artista plástico y diseñador Javier Mariscal y del escritor Rodrigo Fresán, el 29 de noviembre “Rep” presenta en Barcelona su libro “Bellas Artes”, una combinación de humor, denuncia y arte sobre la historia de las creaciones artísticas. Una parte substancial de los dibujos de “Bellas Artes” se puede contemplar en una exposición que acoge la Casa de América de Madrid hasta el 11 de diciembre.
Miguel Repiso, “Rep”, dibujante y humorista gráfico: “He renunciado a dibujar a los políticos”
Miguel Repiso, “Rep”, (Buenos Aires, 1961) es uno de los humoristas gráficos de mayor prestigio y recorrido de Argentina, gran cantera de profesionales del sector. Acompañado del artista plástico y diseñador Javier Mariscal y del escritor Rodrigo Fresán, el 29 de noviembre “Rep” presenta en Barcelona su libro “Bellas Artes”, una combinación de humor, denuncia y arte sobre la historia de las creaciones artísticas. Una parte substancial de los dibujos de “Bellas Artes” se puede contemplar en una exposición que acoge la Casa de América de Madrid hasta el 11 de diciembre.
¿Qué va a encontrar el lector en “Bellas Artes”?
El libro va sobre la historia del arte vista con humor. Son dibujos sobre la historia del arte, sobre las pinturas que más me han conmovido desde la prehistoria en las cavernas hasta ahora, y que muestro con humor. Son 6 años de trabajo para llegar a una síntesis de 101 dibujos sobre 250 trabajos. En la exposición, son 50 dibujos junto a un papel de 13 metros, donde ante el público dibujé también sobre la historia del arte. Es mi costumbre: despliego un papel en la pared y dibujo in situ.
¿Hasta qué punto el arte es una necesidad?
Hay una pregunta permanente sobre por qué el hombre se expresa. ¿Es necesario expresarse?. Y me lo contesté: sí. Ya el homo sapiens, junto a las cosas más básicas, dibujaba aunque nadie se lo pedía. El arte está en nosotros, si bien no como necesidad de supervivencia, sí como primera necesidad cultural. Además, en el libro hay subyacente una crítica a los que se han apropiado del arte: marchantes, comisarios de exposiciones, responsables de museos, a todos los que se han apropiado del saber y no lo han difundido. La consecuencia de esto es que vamos a los museos y no entendemos nada. Vamos al museo a corroborar lo que la crítica nos ha dicho: pasen y vean eso que es bueno. No hay ninguna emoción y creo que con conocimiento aparece la emoción. La gente no sabe si eso que está viendo es bueno porque no tiene armas para poder juzgar. Para desmontarlo hay que difundir la historia del arte para que todos podamos entenderlo. No es una apropiación burguesa tener un cuadro o entender el arte. El museo no es sólo para los entendidos o para la visita de los escolares que van ahí aburridos y obligados. Los museos parecen cementerios, no están vivos. Hay que saber historia del arte porque el arte no es para los burgueses, los artistas trabajan para la gente.
¿Entonces el arte está sólo al alcance de privilegiados?
Hace falta democratizar la difusión de la historia del arte. No creo que todos debamos hacer arte pero que todos tengamos conocimiento para elegir nuestras obras es urgente porque es un canal de sensibilidad humana, es bueno que esté a flor de piel. No entiendo cómo la gente no entiende la urgencia de esto. Cuando yo entendí el arte me abrió la cabeza, me abrió la vida. No hay artista que no sea pensador.
¿Cómo maneja el poder al arte?
Hoy el poder está manejando más que nunca el negocio del arte y ya ha llegado peligrosamente a los museos contemporáneos donde ya no se utiliza otro soporte que no sean las nuevas tecnologías. La pintura esta “demodé” y eso es un gran peligro. Es una epidemia que, por imitación y derrame, también se está empezando a sentir en Latinoamérica donde siempre se eligen ejemplos de los países poderosos.
Hay que estar preparados para cuando se agote este modelo, esta imposición. Y es bueno que todos sepamos, llegado ese punto, qué pasa con la historia del arte y con la historia del poder.
¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en la creación artística?Lo de las nuevas tecnologías es como cuando apareció la tela o el pincel. Es un instrumento, pero no más importante que el artista o que el receptor de la obra. Por supuesto que las nuevas tecnologías son favorables, todos los instrumentos lo son. Y las nuevas tecnologías están generando unos instrumentos maravillosos para la expresión y para la difusión.
¿El humor gráfico es arte?
“El Roto” me parece arte. “Crazy Cat” también. Pero un 80% de la historieta en clave de humor no es arte porque está regida por el mercado y no es libre. Creo que el humor gráfico tiene posibilidades muy grandes de ser considerado arte a pesar de su juventud y de no aprovechar toda su potencialidad al estar regido por el mercado. La urgencia de los periódicos hace que los artistas sean inmediatos y no reflexionan lo que debieran. Han encontrado fórmulas con las que sobrevivir lo que supone una conspiración contra la renovación del arte.